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viernes, 6 de enero de 2017

Día de los Reyes Magos

Carta abierta a los que me quieren.
Y a los que no me quieren también, por qué no....

Por estas fechas hace aproximadamente veintidós meses
que me encuentro en una situación de dependencia extrema
con todas las limitaciones que vengo contando en este blog.

Blog que siento que, desde el momento en que cuelgo la
entrada, deja de ser mío para ser de todos los que lo leen,
da igual el concepto en que lo hagan.
Se convierte en algo ajeno sobre lo que de repente yo
también reflexiono y me da vida y reinterpreto según
hablo o discuto con vosotros, por distintos medios, de las
ideas, sensaciones o tonterías que en él cuento o transmito.

Entre las personas que diariamente comparten mi vida,
quienes de distintas maneras me atienden o quiénes
esporádicamente frecuento, yo, que soy muy preguntona,
aprendo mucho de las sensaciones que provoca mi vida
diaria en las vidas de los demás.
También he conseguido con todo ello tener otra forma
de relaciones desde mi encierro corporal.

Con todo ello no me queda más remedio que hacer una
reflexión teniendo en cuenta la vida a la que estoy
abocando a la gente más cercana y que más quiero.
Sin ninguna culpa ni explicación sienten la condena que
les ha caído encima.
Sin poder rebelarse.
Condena vitalicia en una vida que espero larga todavía
teniendo en cuenta que tengo 58 años.
Mi vida.

Con la de ellos voy a acabar, si no he acabado ya.
En este momento, como en muchos, mi blog se convierte
en un grito desgarrador reclamando la justicia, el futuro,
la vida a la que todos, ellos y yo, tenemos derecho.
Después de muchos días, muchas situaciones, muchas
vueltas que le doy a mi cabeza y sabiendo que este
momento que vivo, físicamente, sólo puede ir a peor,
pretendo buscar una solución que sea buena o la mejor
posible para todos.

Llegados a este punto, que releo y veo que contiene
ciertos toques de dramatismo, no os preocupéis,
no tengo alma de suicida.
No.
Me planteo, aunque socialmente está mal visto,
o no claramente admitido:
irme a una residencia, a una buena residencia...
Tengo pensión suficiente para no depender de nadie.
Que más se puede pedir en esta situación....
Tengo clara la idea, no tengo claro el sitio.

Mi estancia en El Mirón me sirvió para conocer la vida
hospitalaria, moverme en silla de ruedas y perder la
vergüenza por las deficiencias del cuerpo.....
Y ví la posibilidad de ser libres ellos y yo también, por qué no,
viniendo a verme sin obligaciones e incluso a sacarme
sólo en momentos que tengan o tengamos algo distinto que
ofrecernos, una comida, un fin de semana, un viaje reparador....
quien sabe.....

Aquí también podéis entrar todos a opinar, a dar ideas,
a aportar vuestro conocimiento de residencias....
igual hay alguna en el mar o en algún sitio muy especial
de manera que os apetezca venir a visitarme sin necesidad
de tener que sondarme o asearme.
Tendré las necesidades mínimas cubiertas y otras, médico,
enfermera, fisioterapia, podólogo, peluquería....
y mucho tiempo libre.

Lo que estoy escribiendo me va a costar un disgusto familiar, lo sé.
Primero os cabreareis y me pediréis que lo retire.
Luego llorareis.
Pero eso ya lo he hecho yo.
Sólo pido que entre todos hagamos una reflexión serena,
o inteligente, del tema que propongo.
Todo desde el cariño que os tengo.
Os quiero.
No os preocupéis por mi.

Miento.
Preocuparos por mi, pero sólo lo justo, que tiene que
haber otra vida aparte de la esclerosis.
Si seguímos como hasta ahora el recorrido es muy corto.
Dentro de muy poco tiempo y por mucha ayuda que tenga,
el desgaste de las personas que me rodean diariamente
es total y ya nada tendrá arreglo.
No me lo perdonaría.

Daros cuenta de que hablo con mucha gente en esta situación.
Haced vuestra vida contando conmigo sólo para las cosas buenas...
comidas, viajes, excursiones....y yo mientras aqui os espero,
pues vosotros algún día también seréis dependientes y
podremos volver a estar juntos.
De momento considerar que estos casi dos años han sido
una parada técnica.
Manos a la obra !!!

P. D. No sé cuando continuaré el blog.
Ahora quiero quitarme la obligación y dedicarme a leer.
Empezaré con Lucía Berlin

5 comentarios:

  1. Hola Chus
    Te leo y te entiendo. Te voy a contar mi experiencia personal. Mi madre está enferma de Alzheimer. Durante años le mantuvimos en su casa, atendida lo mejor que pudimos entre mi hermana y yo. Teníamos una persona que nos ayudaba pero a medida que la enfermedad avanzaba las cosas se fueron complicando. El último año lo recuerdo como una pesadilla: la sensación de que las cosas se nos escapaban de las manos, la agresividad de mi madre,... Yo he llegado a tomarme un orfidal antes de ir a su casa para no perder los nervios, porque los perdía...
    Hace una año mi madre se cayó y se rompió la clavícula. Yo me la traje a mi casa para la convalecencia y con la idea rondándome la cabeza de que tal vez pudiera mantenerla en mi casa, con la jubilación cercana y ayuda externa..
    Cambié de idea al segundo día. Tuve que pedir un permiso y dejar el trabajo durante tres semanas para atenderla bien. Me agoté. Entre mi hermana y yo decidimos que lo mejor era una residencia. Mi madre no quería pero no vimos otra salida. Tomar la decisión fue muy dura y el día que la dejé en la residencia me fui con la sensación de ser una miserable.
    Dos día malos tuvo. Literal. Hoy está encantada. Vive en los mundos de Yupi, pero siempre nos dice que está muy bien, que las cuidadoras son muy cariñosas, que no se aburre,.. A mi hermana y a mi nos ha cambiado la vida.
    Tu tienes la cabeza perfectamente y te voy a decir que a veces lo que ves en las residencias es muy triste, gente muy malita, muy dependiente, no siempre visitada por su familia,...
    La atención de tus necesidades materiales estará cubierta, pero tienes que ser fuerte psicologicamente para lidiar con lo que vas a ver. Por otro lado tu eres una persona activa aun con tus limitaciones y una residencia puede ser una obstáculo para que te muevas con la libertad a la que estás acostumbrada.
    Entiendo tu preocupación por tu familia. Es muy duro, pero el amor que se tiene a los seres queridos sigue ahí a pesar de todo.
    Lee, disfruta, no te sientas una carga. ¡Nena, tu vales mucho!. A mi me has ayudado infinito a elaborar el duelo por la enfermedad de mi hija.
    Un besote, mila muxu.

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  2. Se que tienes razón y te agradezco el comentario y tú celeridad. Me planteo la idea, no para hoy, para tenerla en la cabeza porque el futuro está ahí. En algún momento el concepto de residencia tiene que cambiar, para gente como yo sin ser un lugar triste necesariamente, sino útil. Lanzó la idea en internet porque a alguien seguro que se le ocurren algo que me sirva a mi y a todos. Que somos muchos con la cabeza bien !!! Y si no que lo inventen !!!

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  3. Querida Chus. Qué difícil.
    Yo te entiendo perfectamente.
    Lo que habría que ver es si existe la residencia que imaginas. Si sigues empeñada y la familia lo acepta me ofrezco a ayudarte en la búsqueda. Ya sabes que soy una periodista muy cabezota. Si existe el lugar que buscas lo encontraremos. Ahora sigo leyéndote marcha atrás. Un beso enorme. Ánimo y no cambies nunca.

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  4. Ostras Vero !!! Lo has entendido perfectamente (ya lo dices). La familia no debería tener más remedio que aceptarlo porque estoy pensando en ellos (si no, no se pueden quejar de nada). Ayudadme entre todos a buscar el sitio adecuado porque igual allí nos encontramos.....esto va para muy largo. Un beso fuerte.

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  5. Ni de broma! Dedicate a buscar a alguien que quiera vivir entre Soria y Madrid y viajando. ¿Residencia? Qué dices, ni de coña!

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